El tercer grupo está constituido por los laicos o seglares mercedarios. Desde el primer momento, al lado de los frailes y de las hermanas figuran los cuestores, síndicos o nuncios, delegados para la recolección de las limosnas, al mismo tiempo que nacen las Cofradías o Hermandades, formadas por damas y varones piadosos que, movidos por el espíritu de caridad, colaboraban en la obra redentora, atendiendo a los cautivos, enfermos y peregrinos en los hospitales de la Orden.

Luego al lado de los conventos se formaron grupos de fieles que trataban de imitar la misma vida de los religiosos y participar en las obras de caridad. Así nacieron las Cofradías, de nueva modalidad, y la Orden Tercera de la Merced, a cuyos asociados y cofrades los Sumos Pontífices, deseosos de fomentar la piedad de los laicos y ayudar a la Orden en la obra de redimir cautivos, bendecían y alentaban con singulares gracias. Con carácter piadoso y redentor surgió también la Esclavitud Mariana Mercedaria que en el siglo XVII alcanzó un florecimiento singular.

Hoy a todas estas asociaciones se les llama Fraternidades Mercedarias, tienen sus Estatutos renovados, continúan en la búsqueda de la propia santificación y colaboran en la misión redentora de la Orden. El papa Juan Pablo II, en un discurso a los mercedarios en mayo de 1986, en estos términos se refería a la Familia Mercedaria: «La fecundidad de la inspiración de vuestro Fundador se ha manifestado a través de los siglos, entre otras cosas, por su capacidad de encarnarse no sólo bajo la forma de vida religiosa masculina –sacerdotal o laical-, sino también en la vida religiosa femenina –activa y contemplativa- además del estilo de vida proprio del seglar…

Por lo tanto, os exhorto a todos, religiosos y religiosas, que os sintáis siempre unidos entre vosotros, como hijos e hijas de un mismo Padre y Patrono, uniendo cada vez más vuestras fuerzas con auténtico espíritu de fraternidad y de colaboración en el intercambio y comunión de los dones propios de cada uno, para una realización más eficaz de las finalidades comunes de vuestra Familia espiritual diversificada en varios Institutos».