Saludo inicial y agradecimiento del Maestro General Fray Pablo B. Ordoñe
1' CONGRESO DE ESCLAVITUD Y CAUTIVIDAD Maipu, Mendoza, Argentina del 8 al 10 de agosto de 2012
" Mi vida por tu libertad"
Muy queridos hermanos y amigos en la Merced de los cautivos:
Es un gusto para mi, acompañar la celebracion del 1' Congreso Nacional de Cautividad y esclavitud, en la querida Ciudad de Maipu, Mendoza.
Doy la bienvenida al Sr. arzobispo de Mendoza, Mons. Jose Maria Arancibia, gracias por pastorear esta porción del Pueblo de Dios que clama al cielo la libertad que Cristo nos mereció con su sangre.
Un abrazo a los hermanos/as religiosos y laicos mercedarios provenientes de las hermanas Provincias del Peru y de Chile, de la Vicaria de Guatemala, y ciertamente a los que asisten desde las diferentes comunidades mercedarias de la Argentina.
Especial saludo a los frailes de la Orden Trinitaria, cuyo carisma y empeño por la libertad nos une, representados ellos por el P. Provincial de Argentina.
Cordial bienvenida a tantos amigos que sirven a las desde distintas organizaciones en favor de la libertad.
Sean todos muy bienvenidos.
Quiero iniciar este saludo citando el libro del Éxodo en aquel emblemático pasaje que tenemos como paradigma de nuestro servicio liberador:
"El Señor dijo: "Yo he visto la opresión de mi pueblo, que está en Egipto, y he oído los gritos de dolor, provocados por sus capataces. Sí, conozco muy bien sus sufrimientos.
Por eso he bajado a librarlo del poder de los egipcios y a hacerlo subir, desde aquel país, a una tierra fértil y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, al país de los cananeos, los hititas, los amorreos, los perizitas, los jivitas y los jebuseos.
El clamor de los israelitas ha llegado hasta mí y he visto cómo son oprimidos por los egipcios.
Ahora ve, yo te envío al Faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, a los israelitas".
Este encuentro es una nueva zarza ardiendo que nos convoca a la unidad desde un servicio concreto a los que siguen clamando libertad. El Dios liberador que sigue escuchando el clamor de su pueblo, vuelve a convocarnos para hacer realidad su sueño liberador. Pido al cielo que nos siga doliendo su dolor. Que sigamos mirando con su mirada. Que seamos capaces de bajar y estar donde la libertad nos reclame, donde la vida amenazada demande una presencia. Sin excusas, sin rodeos, todos juntos.
El presente Congreso organizado por la Orden de la Merced en Argentina, se enmarca en la celebracion del Octavo Centenario de la Orden de la Merced (1218-2018), que nos sitúa ante el reto de volver a los orígenes de la obra redentora de san Pedro Nolasco, inspirada por Maria de la Merced para la visita, rescate y liberacion de los esclavos, de los hijos de Dios, cuya fe y dignidad están amenazadas y nos reta a nuevas respuestas creativas y audaces con tal de expresar desde el carisma Mercedario la autentica y original "pasion por Cristo y pasion por la humanidad", aquella que movió a las primeras comunidades de la Mercedarias.
Este valiosisimo espacio de reflexion del carisma redentor en su realidad mas cruda, sale a nuestro encuentro en medio de la dolorosa situación de esclavitud-cautividad de nuestro Continente Latinoamericano, que vive el Cono Sur de la Merced, que fue advertida con voz profética por los obispos latinoamericanos reunidos en Puebla en el marco de la Asamblea General del Episcopado Latinoamericano, en el año 1979. Se nos recordaba entonces:
"La situación de extrema pobreza generalizada, adquiere en la vida real rostros muy concretos en los que deberíamos reconocer los rasgos sufrientes de Cristo, el Señor, que nos cuestiona e interpela:
—rostros de niños, golpeados por la pobreza desde antes de nacer, por obstaculizar sus posibilidades de realizarse a causa de deficiencias mentales y corporales irreparables; los niños vagos y muchas veces explotados de nuestras ciudades, fruto de la pobreza y desorganización moral familiar;
—rostros de jóvenes, desorientados por no encontrar su lugar en la sociedad; frustrados, sobre todo en zonas rurales y urbanas marginales, por falta de oportunidades de capacitación y ocupación;
—rostros de indígenas y con frecuencia de afroamericanos, que, viviendo marginados y en situaciones inhumanas, pueden ser considerados los más pobres entre los pobres;
—rostros de campesinos, que como grupo social viven relegados en casi todo nuestro continente, a veces, privados de tierra, en situación de dependencia interna y externa, sometidos a sistemas de comercialización que los explotan;
—rostros de obreros frecuentemente mal retribuidos y con dificultades para organizarse y defender sus derechos;
—rostros de subempleados y desempleados, despedidos por las duras exigencias de crisis económicas y muchas veces de modelos de desarrollo que someten a los trabajadores y a sus familias a fríos cálculos económicos;
—rostros de marginados y hacinados urbanos, con el doble impacto de la carencia de bienes materiales, frente a la ostentación de la riqueza de otros sectores sociales;
—rostros de ancianos, cada día más numerosos, frecuentemente marginados de la sociedad del progreso que prescinde de las personas que no producen.
Compartimos con nuestro pueblo, (expresaban los Obispos) otras angustias que brotan de la falta de respeto a su dignidad como ser humano, imagen y semejanza del Creador y a sus derechos inalienables como hijos de Dios".
Esta voz profética y convocante, se suma a los incontables esfuerzos de diferentes organismos confesionales o no, por alertar sobre la terrible calamidad del sometimiento de personas a personas. Particulares, empresas, organizaciones, gobiernos que sucumben a la vergonzosa mancha de la esclavitud y la cautividad, por intereses habitualmente mezquinos.
La Orden de la Merced, se suma a todas las voces que, puestas en alto, se ponen del lado de las víctimas, porque nuestra vida y nuestra consagración adquiere sentido en su rescate, en su visita, en su dignidad.
El octavo centenario redundara en fiesta solo en la medida que los mercedarios y mercedarias se hagan presente en las nuevas geografias de la esclavitud con una propuesta concreta. Nuestra celebracion esta ligada entrañablemente, a la posibilidad de crear espacios de ayuda mutua en favor de l personas con su libertad en riesgo.
En efecto, queridos hermanos, quiero convocaron a suscitar, sostener e integrar REDES de prevención, REDES de liberacion y REDES de re-insersion para las víctimas de cualquier tipo de atropello a la libertad.
Los invito a sostener este espacio de reflexión en los años venideros, y a profundizar nuestro lugar de redentores que buscan vivir la Nueva Evangelizacion arriesgando su vida en defensa de la dignidad y la fe amenazada de las personas.
Muchas gracias.
Fr. Pablo Bernardo Ordoñe
Maestro General - Orden de la Merced
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Sitio Oficial del Congreso: http://www.merced.org.ar/cautividad_esclavitud.html