XVI CG, Roma 3 mayo 2016

Iniciamos la oración matutina con la memoria de todos los santos, beatos, mártires y venerables de la Orden Mercedaria. Por la ausencia justificada en el capítulo de Fr. Marcos Sánchez, vicario de Venezuela, ha dirigido el rezo de Laudes Fr. Manuel Antonio Anglés.

En Sala Capitular, Fr. Sergio Navarro nos expuso ampliamente los resultados de la evaluación del sexenio reflejados en el Instrumentum laboris capitular. Sustentó su disertación en núcleos temáticos, problemáticos. Después de esta exposición pasamos a dialogar en grupos por áreas ya establecidos, hasta el momento de la visita al Santísimo previo al almuerzo.

A las dieciséis treinta horas llegó al aula capitular el cardenal Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales. Nos recordó el estado delicado de algunas iglesias en el Oriente de donde provienen nuestros orígenes cristianos. En esas periferias o centros existenciales es donde se juega hoy el futuro de la Iglesia. Hasta hace pocos años la convivencia de la Iglesia con otras creencias había mantenido un equilibrio y respeto mutuo, pero un huracán primaveral destruyó este puente. Persiste el odio a la fe cristiana, unido a la barbarie del negocio de personas, etc. ¡Qué sería Medio Oriente sin cristianos!, nos recuerda la advertencia del Papa emérito Benedicto XVI. Y el Papa Francisco nos invita a salir al encuentro de esa iglesia inmigrante. El propio cardenal ha invitado a los mercedarios a hacernos presentes en esa realidad tan dolorosa.

Al finalizar los trabajos volvemos a entregar al Señor en la celebración eucarística los gozos, esperanzas y dolores de millones de hermanos.

“Para liberar debemos hacernos pequeños”,

el Papa a la Orden de la Merced

El Papa Francisco recibió en el Vaticano a los participantes del Capítulo General de la Orden de la Merced. 

Con respecto al octavo Centenario de la Orden, el Papa los animó a no dejar de “proclamar el año de gracia del Señor a todos aquellos a los que son enviados: a los perseguidos por causa de su fe y a los privados de libertad, a las víctimas de la trata y a los jóvenes de sus escuelas, a los que atienden en sus obras de misericordia y a los fieles de las parroquias y las misiones que les han sido encomendadas por la Iglesia”.

Acerca del tema de su Capítulo, el Obispo de Roma destacó “una memoria que evoca las grandes gestas cumplidas en estos ocho siglos: la obra de la redención de cautivos, la audaz misión en el nuevo mundo, así como a tantos miembros ilustres por santidad y letras que engalanan su historia”.

Y el Pontífice añadió que con este espíritu, se puede hablar realmente de profecía. “Porque ser profeta es prestar nuestra voz humana a la Palabra eterna, olvidarnos de nosotros mismos para que sea Dios quien manifieste su omnipotencia en nuestra debilidad” y agregó “ustedes han recibido también un don y han sido consagrados para una misión que es una obra de misericordia: seguir a Cristo llevando la buena noticia del Evangelio a los pobres y la liberación a los cautivos”.

Por último, el Papa explicó que “el profeta sabe ir a las periferias, a las que hay que acercarse ligero de equipaje” por lo que los invitó a evocar qué movió a sus padres y hacia dónde los dirigió, para comprometerse a seguir sus pasos. “Ellos fueron capaces de quedarse como rehenes junto al pobre, al marginado, al descartado de la sociedad, para llevarle consuelo, sufriendo con él, completando en carne propia lo que falta a la pasión de Cristo… Seguirles es asumir que, para liberar, debemos hacernos pequeños, unirnos al cautivo, en la certeza que así no sólo cumpliremos nuestro propósito de redimir, sino que encontramos nosotros también la verdadera libertad, pues en el pobre y el cautivo reconocemos presente a nuestro Redentor”, concluyó.

(Fuente: Mercedes De La Torre – Radio Vaticano).

XVI Capítulo General, Roma 30 abril 2016

La liturgia de todos los días se desarrolla en diversas lenguas. Como Mercedarios Celebramos a Santa María en sábado, la Eucaristía ha sido presidida por Fr. Luis Eduardo Navas, provincial de la Provincia Quito Ecuador, acompañado de Fr. Alfredo Llumiquinga y Fr. Oscar Orlando Perez, acolitados por Fr. Mathias A. Samy.

El resto del día fue libre.

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XVI Capítulo General, Roma 1 de mayo de 2016

En la liturgia eucarística del domingo dirigida por religiosos de México y  presidida por su provincial Fr. Jesús Luja Pérez, acompañado de los delegados Fr. Osvaldo Vivar y Fr. Alfredo Quintero, hemos centrado nuestra oración por las nuevas presencias misioneras de la Familia Mercedaria.

En el inicio de la sesión matutina se nos ha comunicado el oficio de la Casa Pontificia que mañana los capitulares tendremos audiencia con el Papa al mediodía. Se ha dialogado igualmente sobre algunas variantes en la agenda de esta semana que iniciamos.

 Durante toda la mañana hemos escuchado y dialogado con el P. Pedro Aliaga Asensio, vicario general de los Trinitarios. El expositor ha profundizado en el caminar fraterno de mercedarios y trinitarios, en una historia rica de redención poniendo en el centro de nuestras vidas a los cautivos. En esta línea propuso un desafío intercongregacional en misión compartida.

Llegada la hora del Ángelus hemos subido a la terraza de la casa capitular para ver, escuchar, y orar juntos con el Papa.

En el inicio de la sesión vespertina escuchamos varios mensajes llegados de nuestras comunidades que agradecemos cordialmente.

Nuestro hermano Fr. Damase Masabo nos ha emocionado con su palabra bien concreta y vibrante comentando, en primer lugar, que el capítulo general debemos tomarlo como un Kairós mercedario, preguntándonos al mismo tiempo por qué y para qué vivimos en la Merced en el contexto actual de cristianofobia. En este contexto se sitúa la razón de ser mercedarios en la Iglesia, con nuestro rico patrimonio con nuevos métodos de evangelización y de redención. Debemos vivir la realidad actual con fe y esperanza; sentir el clamor, gritos y llantos de los cristianos perseguidos preguntándonos qué podemos hacer. Los mercedarios debemos ser servidores de la esperanza con gestos concretos. 

XVI Capítulo General, Roma 29 abril 2016

La liturgia de todos los días se desarrolla en diversas lenguas. De igual modo llegan los saludos de religiosos y familia mercedaria. Hoy, celebrando la fiesta de santa Catalina de Siena, declarada por los Papas patrona de Europa y doctora de la Iglesia, la Eucaristía ha sido presidida por Fr. Francesco Podda, provincial de la Provincia Romana, acompañado de Fr. Michael Rock y Fr. Vincenzo Penella, vicario de USA y delegado en la India respectivamente, acolitados por Fr. Mathias A. Samy.

En el aula capitular proseguimos el estudio y diálogo con la doctora Ana Lourdes Suárez en la exposición que hace del análisis de datos del documento iniciado ayer (Dinámica y de la vida y misión apostólica de la Orden de la Merced. Su presente y proyección hacia el futuro próximo).

Este trabajo nos ha ocupado toda la jornada. Han sido siete densos capítulos con cuadros detallados y anexos correspondientes. 

En la oración del mediodía el P. Vincenzo Penella ha recordado el momento histórico del inicio de la Orden en el hospital de Santa Eulalia de Barcelona, donde eran atendidos enfermos y redimidos necesitados de atención caritativa, como millones de personas hoy día buscan hospitalidad, un hogar seguro y trabajo dignamente remunerado.

El resto de la jornada lo hemos ocupado en estudiar y justipreciar la parte final del citado documento. Al final del día, congregados de nuevo en la capilla, hemos ofrecido al Señor nuestro trabajo realizado con generosidad y optimismo.

Nos avisan también que mañana, sábado, tendremos un descanso bien merecido. Deo gratias!