“Por la Merced que es nuestra gloria, al servicio de los cautivos de nuestro tiempo”
Prot. MG 7/2025
Objeto: Mensaje para el tiempo de la Cuaresma
A TODOS LOS RELIGIOSOS DE LA ORDEN Y FAMILIA MERCEDARIA.
Queridos hermanos:
Les saludo cordialmente desde San Paulo, Brasil., en donde me encuentro llevando a cabo la Visita Canónica General de esta Provincia Mercedaria de Brasil. Les agradezco que se unan en oración por el éxito de la misma.
Según nuestras Constituciones: “Debiendo realizar en nosotros la perfecta imagen de Jesucristo, no sólo necesitamos abnegación interior sino también sacrificios de carácter personal y comunitario que nos conduzcan a la santificación e informen toda nuestra vida, haciéndonos así testimonio apostólico e impulsándonos a una mayor caridad al servicio de los hermanos” (COM 67).
Una vez más, unidos a la Iglesia universal, nos disponemos a iniciar el tiempo de la Cuaresma, con una actitud humilde, reconociendo que no somos perfectos, que estamos en proceso permanente para vivir en plenitud la santidad. Que confiamos en la misericordia divina ante nuestras debilidades e imperfecciones humanas, con la esperanza de vivir con fidelidad nuestra consagración religiosa y sacerdotal.
La Cuaresma nos convoca a una revisión de vida, y si es necesario a una conversión profunda, especialmente de mentalidad, que posibilite una mejor actitud frente a la vida, frente al compromiso que hemos asumido como religiosos mercedarios, de tal manera que podamos llegar transformados plenamente a la celebración de la Pascua, no sólo litúrgica, sino también eterna.
Durante el tiempo de la Cuaresma se nos invita a acrecentar nuestra comunión con Dios (oración), a un esfuerzo personal de renuncia a lo superfluo y/o solamente carnal (ayuno), y a ejercer especialmente actos de misericordia (caridad). Es un tiempo especial para apostar por el bien contra la influencia del mal; un tiempo para apostar por la fortaleza que viene de Dios frente a nuestra debilidad; un tiempo para testimoniar nuestra capacidad de amar en un mundo que cada vez más se envilece por el odio, la violencia, y las injusticias que golpean cruelmente a los más vulnerables de la tierra.
Como hombres consagrados, que viven en fraternidad, dejémonos conducir por el camino eclesial de la reconciliación y la penitencia, aceptando con humildad la gracia y el perdón, para ser testimonio profético del reino de Dios.
¡Mucho ánimo!
Estudiantado Mayor Mercedario nuestra Señora de la Merced, San Paulo - Brasil, a 5 de marzo de 2025, (Miércoles de Ceniza).
Fraternalmente en Cristo Redentor:
FR. LEONCIO OSVALDO VIVAR MARTÍNEZ, O. DE M.
Maestro General